LA MAGIA DE LA FOTOGRAFIA
En aquella visita a casa de mi tía y caminando a través del pasillo que llevaba a una de las habitaciones, de repente se agolpo frente a mi toda mi historia y se llenaron mis ojos de lágrimas al ver en un pequeño cuadro colgado en la pared, el rostro de mi padre con apenas 18 años.
Mi padre, el hombre fuerte, seguro y decidido, me miraba desde esta foto con los ojos inseguros de un tímido adolescente. Décadas de historias e imagenes llegaron a mi cabeza y a mi corazón. Papi en esta imagen lucia como un muchacho pobre, mal vestido y desorientado.
Lo imagine recorriendo incasablemente las calles de la capital dominicana en busca de trabajo, lo imagine en su primera cita de amor o quizás viviendo atemorizado y asustado en medio de la dictadura de Trujillo en Rep. Dom. La Foto fue tomada en 1953, hace más de 60 años.
E inevitablemente tuve que pensar donde estarán mis fotos digitales en 60 años. No tengo un solo álbum tradicional; todas mis memorias importantes están dispersadas en Facebook, Instagram y en un hardrive que ni siquiera recuerdo donde guarde.
Y en ese momento se apodero de mí una especie de pánico, que pasara con las memorias importantes de los billones de personas que al igual que yo no imprimen fotos. Existirán aun todos los álbumes que tengo en Facebook en el 2076, dentro de 60 años.
Por fortuna, yo no soy la única a quien le preocupa la desaparición de la fotografía tradicional, existen organizaciones como The Print Movement , que agrupa a más de 30,000 fotógrafos en Estados Unidos. Este es un movimiento que promueva el valor y la importancia de las fotos impresas.
Hoy se toman más fotos que nunca en la historia, pero muy pocas de estas fotos llegan a imprimarse o se colocan en un lugar preferencial de nuestro hogar. 42% de las personas entre 30 y 45 años dentro de un tiempo se preguntaran que paso con las memorias de las fiestas de navidad, reuniones familiares y lamentaran no haber apreciado el increíble valor de preservar las memorias importantes.
“En medio de un desastre natural como un incendio o un huracán, las personas no tratan de salvar dinero o cosas materiales sino documentos y fotografías”,
nos dice el fotógrafo Richard Rosario, miembro del Print Movement y quien motiva a los clientes que visitan su estudio del Bronx a imprimar las fotografías.
“las memorias se esfuman muy rápido, y yo lo pude comprobar de la manera más dura, cuando perdí a uno de mis hermanos en un accidente hace muchos años y me di cuenta que tenía muy pocas fotos de él. En el 2011 mi hermano mayor fue diagnosticado con cáncer, cuando perdimos a mi segundo hermano y pude comprobar las pocos fotos que conservaba de él, fue que nació mi amor por la fotografía y convertí en mi propósito de vida capturar imágenes de las personas en sus mejores momentos”,
nos dice Rosario
Por eso la próxima vez que tengas esa foto que te encanta y a la cual tus amigos virtuales les dieron ciento de “likes”, asegúrate de imprimirla, porque solo el futuro podrá predecir cuál de tus nietos tratara de descubrir tu historia a través de esa imagen.
*La fotografía más antigua es una toma realizada en 1827 con una cámara oscura por el inventor francés, Joseph Niepce.
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